Es falso pensar que la mujer que es madre y empresaria, deba anteponer la familia a las oportunidades de hacer negocios. Por más de diez años me he desempeñado exitosamente como madre y empresaria, soy asesora de negocios de manera independiente, mientras cumplo a cabalidad con mi rol materno.
Como muchas otras mujeres, comencé mi negocio en el momento que me convertí en madre, pues tenía claro que deseaba participar a tiempo completo en la crianza de mi hijo. Y lo cierto es que, aún después de saber todos los retos que se tienen que enfrentar día a día para ser madre y empresaria, he logrado cumplir responsablemente con ambos roles, de volver atrás, volvería a tomar la misma decisión.
Ahora bien, es difícil pensar en abandonar un trabajo que nos ofrece seguridad económica, por invertir tiempo en levantar una familia. Esto puede ser sumamente atemorizante, ya que desconocemos qué sucederá en el futuro.
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Sin embargo, para ayudarnos en esta difícil situación, podemos hacernos cuatro preguntas básicas que nos permita tener los elementos de juicio necesarios para una buena decisión, antes de decidir si queremos ser madre y empresaria . Estás son:
1. ¿Qué razones tengo para hacer el cambio?
Es importante definir y dejar claras cuáles son la prioridades, ya que toda decisión que se tome prospectivamente se hará basado en esas prioridades. Si la prioridad es la familia, el negocio no debe robarle tiempo a la familia. Por el contrario, si la prioridad es tener un negocio, la familia no debe robarle tiempo al negocio. Sea cual sea la prioridad, es importante tenerla clara antes de comenzar a ser madre y empresaria.
2. ¿Con qué cuento?
Qué recursos monetarios tengo disponible (ahorros, crédito, sueldo de la pareja, asistencia gubernamental, pensión); Qué recurso materiales están a mi disposición (espacio en la casa, computadoras, teléfonos, internet). Qué talentos, intereses y conocimientos tengo. Con qué tiempo cuento y cuánto de éste deseo invertir como madre y empresaria dueña de negocio .
3. ¿Cuál es mi pasión?
Qué me encanta y me fascina hacer. Qué es lo que más me llena y me satisface. Qué actividad me veo realizando, cómo y por cuánto tiempo.
4. ¿Cómo lo voy a hacer?
Cuál es el plan específico que voy a llevar a cabo para lograr cumplir con mi propósito de ser madre y empresaria . Por dónde voy a comenzar, qué pasos debo dar. Cuánto tiempo voy a invertir diariamente. Qué ajustes tengo que hacer en mi diario vivir para lograr vivir como madre y empresaria.
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Una vez contestadas estas preguntas, es más probable tener más claro cuál es el próximo paso para ser madre y empresaria. Si éste resultara ser convertirse en madre a tiempo completo, sin dejar de ganar dinero en casa , entonces existen varias alternativas de actividades económicas que pueden realizarse con estos fines.
Algunas de éstas son: servicios de apoyo para pequeños negocios, coordinación de eventos sociales y fabricación y venta en el internet de productos artesanales como: joyería, jabones, velas, entre otros. En realidad, la actividad seleccionada será producto de las preguntas antes contestadas.
Pero, ¿cómo compaginar ambos roles de madre y empresaria sin morir en el intento? Para integrar con éxito ambos roles, se requiere de mucha disciplina personal. Esto significa que es importante tener claro cada rol, sus funciones y su tiempo para ejecutarlo.
El éxito de una mujer que es madre y empresaria dependerá únicamente de que se cumpla con responsabilidad y disciplina con cada actividad que requiera el rol específico. Para esto se sugiere lo siguiente:
1. Tener una rutina semanal – separar en una agenda el tiempo para cada tarea de madre y empresaria. Tareas de la casa, tareas de los niños, tareas del negocio .
2. Respetar el tiempo señalado en la agenda – si se establecen unos días en particular para realizar actividades del negocio, no caer en el error de utilizar ese tiempo para realizar tareas relacionadas con los niños o la casa durante ese tiempo.
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3. Tratar el negocio como cualquier corporación – aunque el negocio se corra a tiempo parcial o desde la casa, se le debe dar la misma importancia y seriedad como si fuera una gran corporación.
4. Tener una red de apoyo – identificar personas, organizaciones o entidades que puedan prestar ayuda cuando sea necesario. Ya sea para el cuido de los niños, realizar tareas del hogar o hasta del negocio. También identificar otras madres que, al igual que nosotras, estén compartiendo roles de madre y empresaria.
5. Involucrar la familia – correr un negocio no es nada diferente a correr una familia. Si la familia se une al esfuerzo, crece y se fortalece, pues es un proyecto de todos. Además, en mi experiencia involucrar a la familia en mi vida de madre y empresaria, ha sido una gran escuela para mis hijos.
6. Ser flexible – hay veces que surgen imprevistos para los que hay que hacer ajustes. Para esto es importante planificar cada detalle, sobre todo cuando se es madre y empresaria, para que los imprevistos no nos saquen de carrera.
Ser madre y empresaria a tiempo completo es un gran reto, pero no es imposible lograrlo. Sólo requiere tener claro las prioridades, desarrollar un plan y tener la disciplina y el compromiso personal para llevarlo a cabo.
En lo personal, cuando miro atrás veo un largo camino de muchos esfuerzos, sacrificios y hasta frustraciones. Sin embargo, cuando miro el tiempo presente, veo que bien ha valido la pena. Y cuando miro al futuro, no me cabe duda que cada segundo invertido en cada tarea y en cada rol, tendrá los resultados esperados.
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Todo está en atreverse en dar el paso y confiar en que todo irá bien.
Madre a tiempo completo | Estratega de Negocios | Conferenciante | Maestría en Comunicación y un bachillerato en
Ciencias de la Conducta Humana | Imparte cursos universitarios | Creó el programa de capacitación empresarial para jóvenes, Project Generation E. | Fue parte de la Junta de Directores del Museo del Niño y de la Junta Asesora del Instituto Empresarial para la Mujer | Actualmente escribe su primer libro.
