Ser madre implica todo lo que jamás nos imaginamos hasta que lo somos, vivimos una transición acelerada y dolorosa que va de quien éramos antes de que nuestro primer hijo naciera hasta meses y a veces años después de que ha nacido.
El duelo no solo se refiere a la muerte, las pérdidas pueden ser diversas: la ruptura de una relación de pareja, cambiar tu rutina, dejar atrás un sitio conocido, trabajo o situación económica, incluso la pérdida de tu individualidad antes de la maternidad.
He llegado a pensar que nada es tan complejo como vivir esa transición como mujer, porque nuestra vida da un giro de 180 grados justamente nos hace perder nuestra individualidad e independencia, lo que nos deja en el lado opuesto de donde nos encontrábamos antes de parir.
Se que para algunas mujeres es más fácil y natural esta transición, pero para mujeres como yo, que creíamos que todo seguiría igual con la única variante de tener un bebé en brazos se vuelve una gran sorpresa que en ocasiones nos puede llenar de frustración al ver los cambios en nuestro cuerpo, la verdadera falta de sueño, la carga de trabajo, la casa y todas las demás cosas que tenemos que hacer mientras dejamos a nuestras amigas, nuestras salidas, nuestras compritas o la oportunidad de ir por un drink o tener un date con nuestra pareja.
El sentirnos más madres que mujeres y las inseguridades que surgen por todos estos cambios nos llevan irremediablemente a una sensación de dolor, pérdida y a veces hasta enojo, porque ya no somos quien éramos y aun no logramos definir quienes somos ahora.
Querida mom que me lees, debes saber que la paciencia y comprensión serán determinantes en esta etapa que no dura para siempre y después de un tiempo vuelves a retomar tu vida de una forma diferente pero igualmente emocionante y feliz.
Recuerda que los cambios en nuestra vida llevan tiempo, paciencia y amor por lo que debemos darnos todo el amor y comprensión que tengamos a nuestro alcance.
Nuestro cuerpo no volverá a ser el mismo, pero nuestra vida tampoco, nuestra mente ha cambiado y es ahí donde empezamos a darnos cuenta que todo será diferente pero igualmente emocionante y dichoso, volveremos a salir, a ir con amigas, a tener dates, a disfrutar del mundo fuera del cuidado de nuestros bebés.
Hoy quizá estes perdida en esta transición, pero seguramente en unos meses te sentirás nuevamente cómoda con quién eres.
No tengas miedo de hablar de lo que sientes, busca una tribu de mamás que hayan pasado por lo mismo que tú, alimenta tu autoestima, duerme lo más que puedas, trabaja lo menos que puedas, toma momentos de descanso, intenta darte algunas horas para ir sola por un café o para visitar a una amiga, escribe lo que sientes, si aún no lo has intentado, es un buen momento para iniciar un diario de gratitud, pide ayuda cuando la necesites, involucra a tu pareja en todo el proceso y por supuesto.
Finalmente los duelos se terminan viviendo cada etapa hasta llegar al momento de la aceptación dándonos cuenta que podemos ser unas mujeres renovadas y absolutamente fabulosas.
Mamá, abogada, mentora de negocios, fundadora de Empoderarte Mujer Mx, Bazar Empoderarte Mx y Hoja Verde papelería, Host de Charlas entre Mujeres.
Escritora por pasión, colaboradora asidua de causas sociales, trabajando con emprendedoras en el desarrollo y profesionalización de sus negocios.
Creciendo en tribu, siempre buscando como aportar valor a las personas que me rodean.
Mamá de 2 + 3 perritas