Bien dicen que uno hace planes pero Dios dispone, así me sucedió el domingo pasado (25 Agosto) no tenía pensado correr el medio maratón de la Ciudad de México, porque una semana antes había corrido el de Adidas.

Cuando mi amiga Kary me comento que ella si lo correría y que serían sus primeros 21k y los correría sola, ella ha pasado un año difícil por cuestiones de salud, pero ha sido bastante valiente y optimista. En pro de mantener una verdadera amistad decidí acompañarla.

A Kary la conocí en la carrera de princesas 2012, ella iba disfrazada de Blanca Nieves y yo de Maléfica, nos tomamos fotos, intercambiamos Facebook, nos agregamos, a partir de ese momento nos hemos vuelto buenas amiga y hemos construido una verdadera amistad, así que cuando me contó de su enfermedad la he admirado, la operaron hace un año para extraerle un ganglio linfático del cuello.

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Le hicieron tomografías, resonancias, radiografías y ultrasonidos durante todo el proceso de diagnóstico, le realizaron en total 3 biopsias. Le revisaron más a detalle porque después de que se murió su segundo hijo le diagnosticaron una enfermedad que se llama síndrome Hughes, es un estado autoinmune de hipercoagulabilidad causado por anticuerpos dirigidos contra los fosfolípidos de las membranas celulares. En resumen le diagnosticaron con LINFOMA NO HODGKIN, así que cuando me comento que quería correr el medio maratón de la ciudad de México, para festejar un año más de vida, no dude un minuto en acompañarla.

Siempre he pensado que la verdadera amistad se debe demostrar con hechos, procuro estar con mis amigos (as) cuando me necesitan, así que no lo pensé mucho y decidí acompañarla en su aventura.

Me ha sorprendido su tenacidad, porque aún no está al 100% y el tendón le molestaba, aún así ¡no se rindió! siguió en cada kilómetro con la actitud que la caracteriza, animando a los demás corredores cuando se paraban, ¡tiene un corazón enorme! y realmente valoro que hayamos logrado mantener una verdadera amistad.

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Tuvimos un kilómetro donde nos pusimos a bailar, disfrute mucho todo el recorrido, con sus bromas, ocurrencias, cada risa me dio energía de seguir corriendo. Cuando íbamos en el kilómetro 17, miro su garmin y me dijo “amiga ya tu tiempo se arruino” la verdad no iba con la intención de hacer un super tiempo, lo importante para mí, era vivir la experiencia con ella, alimentarme de su espíritu, esos 21k fueron enseñanza pura, ahora estoy más convencida que con actitud podemos llegar hasta el cielo.

Solo puedo agradecer a Dios que pone personas tan especiales en mi vida, que me hacen valorar cada día. Una verdadera amistad se demuestra con hechos como los que me ha dado mi amiga Kary.

¡Kary muchas gracias por esos excelentes 21k, te quiero amiga!