Hoy en día lo único realmente recomendado para los bebés es la lactancia materna, a libre demanda y hasta el día que desee tomar leche del seno de mamá y estoy totalmente de acuerdo que es la mejor opción para los bebés, pero ¿Qué pasa cuando las mamás no tienen leche o cuando por trabajo no pueden amamantar a libre demanda a sus hijos? ¿Qué pasa cuando la madre decide no dar lactancia exclusiva?

Lo primero que sucede es que esa mamá será señalada por otras personas y se ejercerá una presión brutal sobre ella por no hacer las cosas como lo dictan las reglas actualmente, haciendo que sienta culpa, tristeza y hasta enojo con ella misma por no poder o no querer hacerlo.

Yo soy una madre que decidió no dar lactancia exclusiva y recuerdo muy bien que antes de que naciera Joaquín fui a comer con una amiga que tenía poco de haber tenido a su bebé y me dijo: “no te sientas mal si decides no lactar o si no puedes lactar, porque la lactancia no es para todas y no es la única manera de generar vínculos con tu bebé” y cuánta razón tenía mi amiga en aquel momento -y ahora también la tiene-, porque se ejerce tanta presión sobre las madres que muchas de ellas caen hasta en depresión por no hacer las cosas como todo el mundo les dice que es correcto.

Quizá yo he sido muy descarada o valemadrista -como dicen en mi tierra- porque no he permitido que comentarios o señalamientos me afecten y voy por la vida diciéndole a otras madres que está bien lo que deciden o no hacer porque lo justo es que cada una de nosotras se sienta segura y cómoda con la forma en la que queremos maternar.

Hoy quiero que sepas que no estás mal si decides no dar lactancia exclusiva o sí por alguna circunstancia no puedes hacerlo, tu bebé estará bien y tiene las mismas posibilidades de crecer sano y sin complicaciones, no te dejes llevar por lo que otras madres o personas opinen, todo lo que funciona para ti en la maternidad es correcto, por lo tanto, no vivas angustiada y sintiendo culpa por no alimentar a tu bebé de la forma que “debería ser” porque finalmente una madre demuestra su amor a través de la alimentación, de los abrazos, de los besos y las caricias, con palabras y con los actos que eres capaz de hacer por ellos.

Ahora, ten en cuenta que no estoy diciendo que la lactancia es mala, porque se ha adoptado en todos los países del mundo  y la misma Organización Mundial de la Salud la establece como la mejor forma de alimentar a un bebé con fundamentos científicos probados -no es solo porque a una influencer se le ocurrió- pero lo que quiero que siempre tomes en cuenta es que tampoco está mal si decides o no puedes hacerlo y cuando tienes la posibilidad de elegir está bien.

Recuerdo mucho que antes siquiera de casarme conocí a una mujer de mi edad que estaba teniendo a su segunda hija y se sentía culpable y desesperada porque su bebé no podía comer de su seno, no se pegaba y cuando lo hacía no podía succionar y todo el mundo la presionaba a tal grado que empezó a vivir con culpa y hasta depresión porque no estaba haciendo lo que su mamá, su suegra, su cuñada, sus amigas y hasta el médico decían que era lo correcto, llegando a sentirse la peor madre del mundo, cuando me contó me sentí tan mal que me dije a mi misma que el día que yo tuviera hijos lo haría bajo mis reglas sin sentirme presionada por lo que otras personas dijeran y así ha sido en estos casi dos años que tengo de ser madre, aprendiendo día a día y pagando muchísimo dinero en fórmulas para alimentar a mis hijos.

En cada uno de mis artículos quiero que sientas la empatía de una madre que quiere que seas la mamá que desees, como lo desees, porque lo que más necesitamos es justamente empatía y apoyo de parte de otras madres.

He aprendido a ser una mamá libre de tomar mis decisiones, eligiendo desde lo más profundo de mi ser, ejercer mi maternidad sin culpas, con todo mi amor, pero a mi manera, buscando lo que funciona para mí, porque si yo estoy bien, todos están bien y cada vez que me leas quiero que te sientas más segura y tranquila siendo mamá que puedes o quieres ser, aunque pagues miles de pesos en leche de bote como yo.

Diana Calderón Sánchez

Mamá, abogada, mentora de negocios, fundadora de Empoderarte Mujer Mx, Bazar Empoderarte Mx y Hoja Verde papelería, Host de Charlas entre Mujeres.
Escritora por pasión, colaboradora asidua de causas sociales, trabajando con emprendedoras en el desarrollo y profesionalización de sus negocios.
Creciendo en tribu, siempre buscando como aportar valor a las personas que me rodean.
Mamá de 2 + 3 perritas