Tener equilibrio emocional puede traer mucha paz a tu vida. Samantha sale de compras con lista en mano, y con las mejores intenciones de hacer rendir su plata, al recorrer los pasillos le asombra la infinidad de artículos, ya sea porque están en oferta, porque son lindos o novedosos y… ¡los compra! (aunque no los necesite).

Al hacer fila para finalmente retirarse del lugar suena su celular, no pasa mucho tiempo cuando varias miradas curiosas están sobre ella,  (el tono de su voz excede el nivel normal) Samantha suele decir todo lo que piensa sin importar dónde y con quien se encuentre…

Al finalizar la llamada empieza a quejarse por el servicio “tan deficiente” que ofrecen en dicho lugar, ¡no puede ser que todavía este haciendo fila!

En casa Samantha no es muy distinta, si las cosas no salen según lo planeado o alguien no coincide con su punto de vista, sus emociones son disparadas!

Aunque Samantha  es segura de si misma y firme en sus decisiones, hiere con mucha facilidad,  Samantha tiene una personalidad impulsiva, hace y dice cosas guiada por sus emociones, esto definitivamente le ha traído tristes consecuencias, por no tener un equilibrio emocional balanceado.

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Por otro lado tenemos a Susi, ella es una mujer muy tierna, de voz suave, su compañía es agradable, siempre mira a los ojos cuando hablas con ella, sonríe tan plácidamente que pareciera que tu eres todo su universo…muy pocas veces o ninguna la oirás discutir, ella levanta “bandera de paz” y se escurre por ahí cuando aparecen los conflictos, ella se las arregla para no involucrarse…

“Ni para bien, ni para mal” es lo que frecuentemente se dice así misma y así ha dirigido su vida, aunque al parecer es pacifica, Susi enfrenta problemas para decir y hacer lo que le gustaría, ha perdido el sentido de autoridad para dirigir sus emociones o confrontar situaciones, con su falta de interés e indiferencia pareciera que no tiene metas o ideales en la vida, Susi definitivamente enfrenta un problema con su pasividad.

Ella en el fondo quisiera levantar su voz  y expresarse libremente y sin temor cuando debe de hacerlo. No logra hacerlo por que su equilibrio emocional no esta bien balanceado

Estas mujeres con personalidades tan opuestas entre sí, explican los diferentes temperamentos, pero jamás pueden ser una excusa para justificarnos y andar por la vida creyendo que “así somos” sin hacer algo para interpretar y reconocer nuestro comportamiento, nuestra falta de balance en la parte que corresponde a nuestro equilibrio emocional,  además de que impiden el correcto y sano desarrollo de una personalidad armoniosa contigo misma y el mundo.

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Es por eso que nuestro camino al equilibrio emocional empieza cuando…

Reconocemos la necesidad de trabajar e invertir en nosotras para lograr una estabilidad emocional. Esto debiera ser un constante objetivo si en verdad deseamos avanzar en nuestro desarrollo personal.

Los extremos en cualquier área de nuestra vida siempre nos traerán problemas. Analiza si te encuentras en algún punto donde debas establecer un límite y tratar con la pasividad o impulsividad.

Cultivamos una personalidad reflexiva como la forma más práctica y sustanciosa de explorar nuestro interior, de identificar nuestra personalidad para accionar esas capacidades y modificar aquellas donde se incline más la balanza de nuestro equilibrio emocional.

Esta práctica contribuye también a fortalecer el domino propio, tanto si estamos luchando con una personalidad pasiva o impulsiva.

Equilibrio emocional es también buscar apoyo en alguna actividad donde te proyectes y facilites el despliegue de tus emociones,  y/o alguien en quien sostenerte cuando te sientas fluctuar entre un rio de pasividad o un impetuoso mar.

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Encontrar equilibrio emocional entre una y otra emoción no es tarea fácil, pero si muy imprescindible, como cualquier otro objetivo en la vida no es cuestión de esforzarse mas y mas, sino de amor propio y decisión, de esta forma le daremos a nuestro temperamento la justa y debida atención y valor.

Verónica Sigala

Disfruto siendo mujer y amiga. Colaboro en grupos de apoyo donde la mujer encuentra un espacio para sanar su alma y espíritu. Creo que la adversidad en la vida no se presenta para derribarte, sino para despertar las habilidades y cualidades necesarias para un profuso florecer. Reflexiono y escribo con interés especial en las emociones que distinguen a la mujer así como en la disposición y determinación para amarse y sabiamente amar. Actualmente habilitándome como “Instructora de relajación y desarrollo personal.”