Apenas fue día de San Valentín, para mi es una fecha significativa, porque cumplía años mi abuelita y porque es la fecha ideal para ser detallista.
Claro que en mis días de adolescencia -como tenía mucho tiempo y mucha creatividad- acostumbraba regalar a mis amigas una carta, una tarjeta y un dulce, detalles que llenaban el corazón solo de darlos y por supuesto nos daban momentos de felicidad infinita al recibirlos; recuerdo lo mucho que me gustaba escribir una carta para mis amigas y lo mucho que me importaba que la recibieran, aún en la universidad y poco después de ese tiempo, seguía conservando un poco de esos detalles con quienes fueron importantes para mí en aquellos años, pero debo reconocer que con la llegada de los celulares super inteligentes, las redes sociales y esa pésima costumbre de mandar todo en digital desaparecieron mis ganas de volver a escribir una carta o de enviar una postal, volviéndome súper amiga de los mensajes de voz -ni siquiera de una llamada- y los textos incompletos donde abreviamos todo para decir “te quiero”.
Cuando empezó este año me propuse tener detalles con las personas que me importaban, algo más que un simple mensaje de WhatsApp con una imagen reenviada por mil personas con el mismo texto y un “TQM” que engloba 3 palabras que son tan importantes de decir y mi Diana “detallista” de pronoto renació, por lo que empecé la operación San Valentín, teniendo como primera tarea pedir la dirección de casa a todas esas personas, ¿se imaginan? Ni siquiera tenía idea del nombre de la calle donde viven mis amigas, lo bueno es que todas me pasaron sus datos sin problema.
Entre todo lo que me gusta comprar de papelería tengo miles de cosas para scrapbook así que con eso me dispuse a elaborar las tarjetas con un lindo mensaje de felicitación.
Debo reconocer que he perdido el toque, pero me esforcé por hacerlo lo mejor posible poniendo un puñado de amor y agradecimiento en cada tarjeta tal forma que al recibirlas sepan lo mucho que me importan.
Este año decidí que quiero dejar en la memoria de las personas que me importan algo más que un mensaje de texto o un mensaje de voz y así me encantaría empezar un movimiento que nos permita demostrar a las personas que las amamos y valoramos su presencia en nuestra vida a través de una tarjeta de felicitación o un detalle enviado por correo.
¿Te animas a hacerlo?
Solo tienes que escribir una tarjeta a esas personas en las fechas importantes -su cumpleaños, navidad, san Valentín, etc.- enviándola por correo postal para que llegue a su buzón.
Estoy segura de que sorprenderás a más de una persona y así tendrán algo más que un mensaje temporal reenviado por WhatsApp.
Nota final: Como las tarjetas fueron enviadas poco antes de San Valentín por algunas situaciones personales, aún no empiezan a llegar sus destinatarios, pero espero ansiosa empezar a recibir sus comentarios y con esto no solo deseo que sean felices en esa fecha, sino todos los días posibles.
Mamá, abogada, mentora de negocios, fundadora de Empoderarte Mujer Mx, Bazar Empoderarte Mx y Hoja Verde papelería, Host de Charlas entre Mujeres.
Escritora por pasión, colaboradora asidua de causas sociales, trabajando con emprendedoras en el desarrollo y profesionalización de sus negocios.
Creciendo en tribu, siempre buscando como aportar valor a las personas que me rodean.
Mamá de 2 + 3 perritas