Las alergias ocurren cuando el sistema inmunológico reacciona contra alguna sustancia no reconocida por el cuerpo. Pueden ocurrir alergias por ingerir un alimento con sustancias inofensivas que el cuerpo reconoce como una amenaza.
A estás se les llaman, alergias alimentarias y afectan hasta al 3% de todos los niños pequeños.
En los niños las alergias a alimentos más comunes son a: la leche de vaca, el huevo, el cacahuate, la soya, el trigo, las nueces y los pescados casi en el 90% de los casos.
Los síntomas de una alergia pueden afectar a los ojos, la nariz, los pulmones, la piel y el estómago; por lo que los niños con APLV pueden llegar a presentar lagrimeo, escurrimiento nasal, ronchitas en la piel, diarreas y vómitos.
Aunque por lo general las alergias no son mortales, si no son atendidas oportunamente pueden tener más complicaciones. Un diagnóstico oportuno a APLV puede favorecer que el bebé supere la alergia antes del año de edad.
La lactosa, el azúcar naturalmente presente en la leche de vaca, juega un rol importante en la superación de la APLV ya que se ha documentado que los niños que consumen lactosa como parte del tratamiento de APLV tienen una flora intestinal más saludable y esto les ayuda a mejorar su sistema inmune y decirle adiós a los síntomas en menos tiempo.
Siempre consulta a tu profesional de la salud, él sabrá diagnosticar y decirte qué tratamiento es el mejor para tu bebé.
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