Si somos sexualmente activos contagiarnos de una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) puede ser tan sencillo como coger un resfriado; por esa razón no es solo necesario tomar precauciones sino también conocer cuáles son las enfermedades denominadas ETS, cómo se transmiten, qué medios podemos utilizar para su prevención y en caso de contagio, qué debemos hacer.

Cómo se contagian las ETS y por qué es importante prevenirlas

Poco tiene que ver nuestra educación sexual con la de generaciones pasadas, pero aun así hay que seguir incidiendo y ser conscientes que cualquier relación sexual sin la debida protección, en vez de ser una actividad placentera, se convierte en un riesgo donde nuestra vida y futuro pueden verse afectados.

Muchas de las Enfermedades de Transmisión Sexual se transmiten de una persona a otra por el semen, el fluido vaginal, la saliva o la sangre, y no solo enferma la persona contagiada, sino que también pueden ser transmitidas durante el embarazo o en el momento del parto al bebé. Por eso ahora que sabemos cómo se transmiten las ETS es fundamental conocer los conceptos básicos para actuar de manera acorde y no vernos afectados.

Existen ETS con consecuencias importantes para la salud, como es el caso del virus del papiloma humano (VPH) que puede ocasionar en la mujer cáncer cervical o cáncer en el cuello del útero, además puede producir infertilidad. Algo tan sencillo como utilizar un preservativo puede evitar que nuestra vida dé un giro irreversible.

Algunas de las ETS a las que estamos expuestos si no tomamos las debidas precauciones son la clamidia, gonorrea, hepatitis B, herpes genital, sífilis y por supuesto el VIH. Algunas de ellas tienen un tratamiento sencillo y pueden curarse, pero otras como el VIH o el herpes genital nos convierten en portadores de por vida.

Consejos para prevenir las ETS

El sexo es una actividad tan placentera como liberadora, por lo que si somos sexualmente activos el uso del preservativo es el único método anticonceptivo de todos los que existen en la actualidad que puede reducir el riesgo del contagio de ETS. En 2014, después de una investigación realizada por Eaton y Hoesly, basada en gran número de estudios anteriores y publicada en Barrier Methods for Human Immunodeficiency Virus Prevention, determinó que el condón, si se usa adecuadamente puede reducir entre el 80% y el 90% el riesgo de contagio de una Enfermedad de Transmisión Sexual. Así encontramos que el uso del preservativo es la primera medida por su eficacia y la sencillez con la que puede usarse. Además, los diferentes tipos de condones se adaptan prácticamente a todos los gustos o necesidades.

Otra forma es permanecer con la misma pareja. Aunque, si decidimos prescindir del condón primero debemos asegurarnos de que ambos estamos sanos realizando un chequeo médico para descartar la presencia de cualquier ETS  para recibir el tratamiento oportuno en caso de que tengamos algina condición.

La vacunación es otra opción para prevenir ETS sin tratamiento y con gran incidencia, como el VPH y la hepatitis B. La vacuna contra el VPH se administra hasta los 26 años y la vacuna contra la hepatitis B está presente en el calendario de vacunación español. Consulta a tu médico para determinar si las has recibido o si eres candidato para vacunarte.

Evitar el contacto sexual si vemos que nuestra pareja tiene verrugas genitales, herpes o cualquier otra señal que nos resulte sospechosa es igualmente importante para reducir la posibilidad de un contagio.

Ser activo sexualmente y evitar el contagio de una enfermedad que se transmite por el sexo es posible. Solo necesitamos ser un poco cautos, tener sentido común, poner las medidas adecuadas si vemos que podemos estar en riesgo, y anualmente hacernos una revisión para comprobar que estamos sanos.