Buscar al príncipe azul pasó de moda hace más de 10 años. Hoy en día, el simple hecho de pensar que un galante caballero en armadura dorada vendrá a darnos la vida de reinas que merecemos, podría resultar incomoda, incluso ofensiva para algunas mujeres.
Conforme pasa el tiempo, la imagen de la mujer sumisa, callada y a la sombra de los hombres ha desaparecido del planeta casi por completo dándole lugar a la mujer de la nueva era, excepto por algunos países en medio oriente.
La mujer de la nueva era prefiere ser exitosa antes que otra cosa
El movimiento de igualdad hacia la mujer, comenzó entre los años 60 y 70 generando un cambio de mentalidad en todo el colectivo a nivel mundial y eso se vio reflejado en todos los medios de comunicación.
Una de las más grandes compañías en el mundo comenzó a mostrar este cambio en sus películas. Disney transformó la imagen de la princesa sumisa y que solo debía ser rescatada, por una mujer de la nueva era valiente y capaz de conseguir sus sueños por ella misma
Esta princesa fue el parteaguas del movimiento de igualdad de género. Nos referimos a Ariel de La Sirenita. Una mujer valiente, retadora y capaz de enfrentar retos peligrosos con tal de obtener lo que quería
Así siguieron los años hasta conocer a Mérida y Elsa, personajes del mundo de Disney que no necesitan de un príncipe o de un rey para ser exitosas y plenas.
Pero el mérito total y contundente es de las mismas mujeres, la mujer de la nueva era, que gracias a su resistencia, valentía y convicción, logra generar un espacio abierto y seguro para las de su género.
Hoy la mujer de la nueva era busca todo menos un príncipe amoroso.
Aquí te decimos las 10 razones por las que preferimos nuestra realización antes que el amor:
1.- Mi cuerpo, mi estándar de belleza.
Actualmente existe una cantidad enorme de estereotipos que dictan el cómo debe ser el cuerpo perfecto para una chica. Sin embargo, las mujeres de la nueva era están en contra de esta imagen idealizada de curvas perfectas, siluetas delgadas y caras finas. Prefieren, definitivamente, buscar su propia identidad física antes de que su pareja o algún otro hombre traten de imponer les un molde.
2.- Vivo para servirme no para servirte.
Hace algunos años se pensaba que la mujer perfecta debía estar en casa preparando la cena y arreglando todos los detalles para mantener a su hombre feliz, independientemente que éste no cumpliera con sus obligaciones. Hoy en día la mujer de la nueva era quiere trabajar para ella, y no darle su tiempo a una persona que no lo merece.
3.- No quiero hijos ¿algún problema?
Las mujeres han sido vistas por los siglos como dadoras de vida, pero desde el año 2000, las mujeres en Europa optaron por cambiar este concepto, decidiendo si ellas querían o no ser madres. La tasa de natalidad ha bajado de manera radical en países como España, Alemania y Reino Unido. Muchas han optado por tomar la decisión de convertirse o no en madres puesto que ese sueño en muchas mujeres de la nueva era no ha cambiado.
4.- Quiero vivir mi sexualidad libremente
Hace 40 años, se estipulaba que una mujer debía casarse y tener hijos antes de los 30 años para ser considerada exitosa o realizada. Quienes no contraían matrimonio antes de esa edad se convertían en “quedadas o solteronas”. Hoy en día decidimos cómo y con quien queremos pasar el resto de nuestras vidas y si nos place explorar nuestra sexualidad en diferentes experiencias con los hombres que creamos necesarios.
5.- “No controles mi forma de vestir, porque es total”
Anteriormente las mujeres llevaban un régimen estricto de vestimenta. Cuello tapado, mangas largas, faldas por debajo de la rodilla y prendas que no acentuaran nuestra figura. Hoy en día muchas mujeres de la nueva era preferirían vivir solas por el resto de su vida, antes de que un príncipe azul les diga cómo deben vestir.
6.- La estufa y la escoba no me van, yo soy mujer de laptop y juntas
Es muy cierto que, aunque algunas mujeres se dedican a la limpieza de la casa, hay muchas mujeres de la nueva era no tienen ni el tiempo ni las ganas para hacerlo, ya que muchas se dedican de tiempo completo a su realización laboral y hoy en día es mucho mejor alcanzar el puesto de directora ejecutiva que tener a un hombre que nos premie por tener siempre la casa impecable.
7.- Competencia innecesaria
Es bien sabido que a pesar de los grandes cambios en cuanto a equidad de género. Los hombres siguen percibiendo mayores sueldos y mejores oportunidades laborales. Es insano tener que vivir con un chico con el que tengas que competir constantemente, para demostrar quien aporta más entradas de dinero. Por eso es mejor vivir por tu propia cuenta, sin tener que demostrarle nada a nadie.
8.- Salir con amigas
Conforme pasa el tiempo en una relación el hombre suele ir poniendo reglas básicas de convivencia que suelen ser estrictas y egoístas, a tal grado de no permitirle a la mujer convivir con sus amigas, salir a bailar, o socializar con otros hombres. Como todo ser humano, amamos la libertad y preferimos ir a donde nos lleve el viento, antes de que el “amor de nuestra vida” nos lo impida
9.- Quiero pasar tiempo con mi familia no con la tuya
Cuando hay de por medio un compromiso formal o ya existe un matrimonio, se suele tomar partido por alguna de las familias con las que hay que convivir. En algunas ocasiones somos forzadas socialmente a pasar casi todo el tiempo con la familia del hombre. Creo que es preferible estar solas a tener que decidir por nuestra familia o la de alguien más.
10.- Mi dinero mis cosas
Una práctica que aún es frecuente en México es casarse por bienes mancomunados. Esto quiere decir que, en caso de un divorcio, la mitad de nuestro patrimonio podría ser reclamado por nuestra pareja. Creemos que tampoco esto es muy sano, ya que la mujer de la nueva era también trabaja y se esfuerza por crear su patrimonio. Muchas veces es mejor sentirse realizadas en esos aspectos que amadas.
Somos una Revista para Mujeres con Sentido, con el firme propósito de generar herramientas de información que le permitan a cada mujer que nos lee, amarse, valorarse, reinventarse, construirse, aprender y transformarse en la mejor versión de sí misma.
Este es un espacio cercano y divertido para las mujeres, donde puedan expresar sus dudas e inquietudes. Y una ventana para que los hombres que nos lean, comprendan la dimensión de nuestra femineidad.
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