“En una era donde los medios de comunicación tienen tremenda influencia al ofrecernos nuevas y mejores opciones de ser, de vivir y hasta de cómo encontrar a la pareja ideal, la desilusión también está cobrando fuerza cuando la realidad supera ¡a la imaginación!”
Este sentimiento tan sutil y peligroso puede afectarnos más de lo que creemos. ¡Cuidado!
A continuación señales de alerta e importantes recomendaciones:
La gran mayoría sabemos lo que es la desilusión, ese fuerte sentimiento entre tristeza y decepción, cuando alguna situación o persona no ha respondido como esperabas, o, como lo habías imaginado. Y es que, eso es precisamente lo que provoca una desilusión, expectativas rotas, ellas superaron a la realidad, y ahora este sentimiento decepcionante te hace sentir muy mal.
La desilusión, ya sea sentimental, laboral o familiar, puede llegar a provocar una profunda decepción de la vida, del amor, de la gente y ¡hasta de ti misma! Es muy importante manejar esta emoción audazmente, ya que es tan sutil que podríamos estar viviendo con ella sin darnos cuenta. Veamos algunos focos rojos que nos alertan de este peligro:
- Cuando preferimos estar solas. Evitar salir con las amigas, no estar de “humor” para socializar, poco o ningún interés en conocer gente nueva, para dar un paseo o hacer algo diferente. El tiempo a solas es importante, es ahí donde creamos espacio para la reflexión, pero cuando insistimos en él, ¡es una señal de alerta!
- Te da lo mismo lo que pase en tu vida. Imagina el horror de perder el gusto y amor por lo que haces y ¡lo que eres! Exponerse continuamente a la desilusión y no tratar con este sentimiento a la larga refleja una personalidad triste y opaca.
- Cada vez ríes menos y te enojas más, casi siempre estás de mal humor y ya no sabes ni por qué. Este es otro brote de lo que la desilusión hace silenciosamente en el alma.
¿ES POSIBLE EVITARLA?
Aunque no siempre es posible evitar situaciones que nos harán sentir desilusionadas si hay mucho que podemos hacer para enfrentar este sentimiento y no permitir que se arraigue en nuestro corazón.
- Se flexible contigo misma y con otros. Las personas perfeccionistas tenderán más a la desilusiones que otras, esperan perfección de ellas y lógicamente de los demás. Exigen y se exigen demasiado.
- Basar nuestras expectativas en la realidad. A veces nos dejamos llevar por la imaginación y la ilusión toma control activo en nuestros pensamientos. Ser realistas sin perder la esperanza es mucho mejor para evitar la desilusión.
- Admitir la equivocación sin que sea ¡el fin del mundo! Somos humanos, hemos de errar. Darnos este “permiso” es fundamental para que la desilusión no haga estragos con nuestra vida. Recordemos que así como nos han desilusionado, otras tantas nosotras también hemos desilusionado.
La esperanza alienta el alma, da sentido y dirección a tus emociones, ella puede reemplazar a la ilusión que se vuelve solo fantasía engañando tus sentidos, la esperanza va de la mano con la verdad. No es posible vivir la vida sin ella, las ilusiones viven en la imaginación, más la esperanza habita dentro de tu corazón.
Amar la libertad te guiara nuevamente a ella, si la tristeza y decepción te han desviado de tus metas y te han hecho esclava, veras que amar tu vida y desear estar bien te lleva a hacer todo lo que este en tus manos para superar cualquier desilusión.
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Disfruto siendo mujer y amiga. Colaboro en grupos de apoyo donde la mujer encuentra un espacio para sanar su alma y espíritu. Creo que la adversidad en la vida no se presenta para derribarte, sino para despertar las habilidades y cualidades necesarias para un profuso florecer. Reflexiono y escribo con interés especial en las emociones que distinguen a la mujer así como en la disposición y determinación para amarse y sabiamente amar. Actualmente habilitándome como “Instructora de relajación y desarrollo personal.”