Una vida satisfecha es una vida plena, completa y llena de contentamiento. Es también ese sentimiento de bienestar y de placer que experimentamos cada día.

Nuestro presente es el resultado de una serie de decisiones tomadas en el pasado, y mucho de lo que ahora disfrutamos o no, es la consecuencia de decisiones tomadas en determinado momento de nuestra vida.

Existen algunas preguntas que nos ayudan a reflexionar y reparar en el hecho de si estamos o no experimentando satisfacción en nuestra vida, por ejemplo, podríamos preguntarnos si… ¿Me agrada lo que hago y lo que soy? ¿Me quejo constantemente porque las cosas no funcionan como me gustaría?  ¿Tengo metas planteadas a nivel personal, laboral y/o familiar?  ¿Es la inconformidad mi compañera? Si contestaste con un «si« a cualquiera de estas preguntas, es probable que no estés experimentando la satisfacción en tu vida.

Te comparto 5 acciones que te llevaran a lograrlo:

Asegúrate de que tus decisiones sean por convicción y no por emoción

Es fundamental entender que cuando sea momento de  tomar decisiones trascendentales no sea bajo la influencia de alguna emoción, (enojo, tristeza, decepción, alegría, etc.) Sino que estas decisiones sean realmente basadas en tus valores, ideales y en la verdad sobre la cual eriges tu vida.

Evita tomar decisiones que afecten directamente tu vida o tus planes solo por agradar a otros

Una cosa es buscar la opinión y/o consejo de personas de influencia en tu vida,  y otra muy distinta es buscar la aprobación y la aceptación de otros para decidir sobre asuntos primordiales que tienen que ver contigo y tus ideales. Recuerda que tenemos una sola vida para vivir, y las riendas de tu vida las  debes llevar tú.

Cree en ti y en lo que eres capaz

Si tú no crees en ti, nadie más lo hará. Una vida plena y satisfactoria se alcanza también cuando te atreves a tomar los obstáculos como retos a vencer y crees que por muy gris que se vea el panorama, tú has sido dotada con las habilidades necesarias para vencer, no enfrentaras más de lo que puedas soportar, pero hace falta tu determinación y empuje para hacer tuyo lo que tanto has anhelado. Al final veras que sin los obstáculos en tu camino no serias la mujer valiente, decidida y fuerte que eres hoy, como resultado experimentaras satisfacción en tu vida.

Visualiza tu vida

Uno de los secretos de las mujeres que llevan una vida satisfactoria es que la han visualizado primero, nada les llego por suerte o casualidad. ¿Cómo te ves a largo plazo? Esta es una magnifica pregunta a considerar, cuando proyectamos nuestra vida y nos imaginamos haciendo y siendo lo que amamos, tenemos grandes posibilidades de experimentar confianza y seguridad que la satisfacción trae consigo, palpamos y saboreamos en nuestra mente todo aquello que deseamos para nuestra vida mucho antes de hacerlo tangible. Atrévete  a planear, confeccionar, idear, acaricia esos planes y  da los pasos necesarios para verlos cumplidos.

Date tiempo para compartir tu vida con los demás

Cuando permitimos que otros se beneficien tanto de nuestros logros como de nuestras fallas, estamos enriqueciendo nuestra vida dándole sentido y propósito, dejando así huella en el corazón de los demás.

Aunque la satisfacción en nuestra vida nos visita cuando vemos nuestros sueños hechos realidad y  metas realizadas, la plenitud que la acompaña viene de adentro y nos envuelve cuando realmente somos lo que queremos ser, hacemos lo que nos apasiona y nuestra calidad de vida mejora notablemente. si nuestras prioridades, sueños y  metas están bien definidos, mantendremos la postura correcta para experimentar la satisfacción en la vida!

Verónica Sigala

Disfruto siendo mujer y amiga. Colaboro en grupos de apoyo donde la mujer encuentra un espacio para sanar su alma y espíritu. Creo que la adversidad en la vida no se presenta para derribarte, sino para despertar las habilidades y cualidades necesarias para un profuso florecer. Reflexiono y escribo con interés especial en las emociones que distinguen a la mujer así como en la disposición y determinación para amarse y sabiamente amar. Actualmente habilitándome como “Instructora de relajación y desarrollo personal.”