La multiplicación es una operación matemática básica, por lo que se deberá aprender a muy temprana edad para poder manejar la información de este material que sea mucho más compleja. Por tal motivo, se hace imperativo prestar atención a la buena memorización de las tablas de multiplicar evitando que se presenten inconvenientes en el futuro.
El proceso de memorizar las tablas de multiplicar puede llegar a ser muy complicado si no se le realiza el seguimiento adecuado al aprendizaje del niño. Esto se logra manteniendo el nivel de dificultad adecuado en cada ocasión.
Quiere decir que el nivel de aprendizaje dependerá de las tablas que ya se haya aprendido y de cómo responda a ellas. Cabe señalar que lo mejor es memorizar las tablas básicas adecuadamente antes de comenzar con números más complejos que sean mayores al 10. Para que se pueda conseguir el objetivo de memorización, a continuación se dejarán algunos consejos útiles.
Asegurar que se aprenden las tablas paso a paso
Uno de los primeros puntos interesantes del aprendizaje de la multiplicación es establecer el orden en el que se deben aprender estas tablas. Esto quiere decir que se hace conveniente dividirlas de manera oportuna para facilitar su aprendizaje.
Una buena manera de hacerlo es comenzar con las tablas más sencillas entre las que se encuentran la del 2, 5 y 10, para después pasar a otras más complejas como las del 3 y 4.
Seguidamente, al manejar la información anterior, la dificultad podrá ir subiendo, estudiando las tablas del 6 y 7. Y, a partir de aquí, se podrá subir de escala siguiendo con la del 8 y 9, así como con números superiores a 10 como el caso de la tabla del 17.
Para ello es conveniente imprimir la tabla y colocarla en un sitio donde pueda verse mucho, para aprenderla mejor.
Práctica constante
Tener tiempo para practicar también es una buena forma de fomentar la memorización de los resultados de las tablas, puesto que la repetición hace que se grabe en la memoria.
Es importante hacerlo de una manera didáctica, hasta en juego, dado que esto mejorará considerablemente los resultados del proceso.
Enseñar algunos trucos
Hay tablas de multiplicar que pueden resultar más complicadas que otras, haciendo que el niño se sienta abrumado. Por ello, se hace conveniente utilizar algunos trucos para mejorar los resultados del estudio.
Por ejemplo, la tabla del 9 y la del 18 cuentan con una semejanza que puede ayudar a que se aprenda una por la otra. Al llegar a un número tan alto, se quiere dejar saber que ya se sabe la tabla menor, es decir, al aprender la del 18, ya se debería manejar la del 9.
Por ello, se puede utilizar un truco muy conveniente. Los resultados de la tabla del 18 serán iguales a los de la tabla del 9 multiplicados por 2. Un ejemplo sería 18×4, esto sería igual a 9×4 que es 36×2, lo que sería igual a 72, entonces 18×4 es igual a 72.
No presionar demasiado
Bajo presión las cosas no funcionan correctamente, por lo que es mejor que se tengan momentos definidos de estudio y otros que se dejen libres para distraer la mente y pasar un buen rato sin pensar en eso.
Esto facilitará que al estudiar se encuentre más concentrado y que tenga muchas más ganas de continuar.
Crear juegos con recompensas
Un buen consejo para mejorar la memorización de las tablas es convertir el estudio en un juego que brinde recompensas. Esto hará que el niño esté mucho más motivado para aprender las tablas y que se divierta en el camino.
Las recompensas no tienen que ser muy grandes, solo se deben tener presentes los gustos del pequeño y listo, todo será mucho más sencillo.
Estudiar las tablas puede ser un dolor de cabeza, tanto para niños como para padres, por eso lo mejor es prestar atención y usar algunos tips para no morir en el intento.
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