Los signos y síntomas del asma comprenden diversos problemas para respirar. Aquellos que la padecen pueden toser, tener dolor u opresión en el pecho, tos o silbido al respirar. Estas molestias también suelen presentarse al intentar dormir. Por esta razón, si quieres sentirte bien en tu propia casa, necesitas reducir al mínimo los desencadenantes del asma.
¿Qué son los desencadenantes del asma?
Son aquellos factores externos que suelen empeorar los síntomas de asma y, en ocasiones, se encuentran en el hogar. Por ejemplo, el aire del interior de tu casa puede contener ácaros del polvo, humo de tabaco o de la madera, espráis, atomizadores aerosoles, productos de limpieza, vapores de pintura, entre otros. Estos elementos pueden provocar problemas respiratorios y reacciones como tos, resuello o falta de aire.
Las personas con asma casi siempre tienen las vías respiratorias algo inflamadas o irritadas. Por ello, el simple hecho de estar en contacto con los desencadenantes de la enfermedad puede agravar estos problemas de salud. La manera de conocer cuáles son tus desencadenantes es mediante pruebas de alergia para identificar a qué eres alérgico.
¿Cómo evitar los desencadenantes del asma en el hogar?
Mejorando el aire dentro del hogar
Necesitamos mantener una buena calidad de aire en el interior de la casa para tener un control del asma. La contaminación del aire, el polen y el moho exterior pueden entrar en tu vivienda, especialmente si dejas las puertas o ventanas abiertas durante los meses de verano.
Lo mejor es utilizar el aire acondicionado cuando haya advertencias sobre niveles altos de contaminación o de ozono. Si tienes que abrir las puertas y ventanas durante los días con mayor porcentaje de polen en el exterior, hazlo después de la media mañana. Asimismo, cambia el filtro de aire acondicionado con frecuencia.
Adicionalmente hay que tener en cuenta los sistemas de ventilación de una vivienda cuando recién adquirimos esta propiedad. Evitar los forced-air systems, ya que pueden potenciar el desarrollo de moho y ácaros del polvo. Lo recomendable es que tenga calefacción desde el zócalo o calefacción con radiador. Si su casa tiene sistema de ventilación de este tipo, se recomienda cambiar el filtro de su calefacción con frecuencia’, advierte la guía informativa SweetestHOME.
Lidiar con los ácaros del polvo
Estos insectos microscópicos generalmente se encuentran en abundancia en los muebles tapizados. Pero la concentración más alta de ácaros de polvo se encuentran en las camas, colchones y alfombras. Ante ello, se recomienda pasar la aspiradora regularmente, como mínimo una vez por semana. Cuando limpie el polvo, procura utilizar un trapo húmedo para que no se esparzan en el aire.
Evita comprar cubrecamas, colchas o almohadas hechos de plumas. Lo más recomendable son los materiales sintéticos. Desecha las alfombras de piso y pared. En todo caso, asegúrate que sean lavables y limpialas semanalmente con agua caliente. Los cobertores de las ventanas también deben limpiarse regularmente.
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