Siempre un toque sensual o una caricia amorosa que se establecen en el camino a la excitación producen una sensación maravillosa, pero lo que realmente hará la diferencia en el hervir de tu flujo sanguíneo es cuando son estimuladas tus zonas erógenas femeninas.
Hay quienes piensan que las zonas erógenas femeninas son parte de un gran misterio, como si fueran una parte secreta del cuerpo, cuyo paradero es un secreto no revelado.
Nada mas alejado de la realidad, todo tu cuerpo se puede considerar una zona erógena gigantesca porque la totalidad de tu piel esta llena de sensibilidad, unas zonas mas sensibles que otras.
En el cuerpo de una mujer hay 1,5 millones de sensores de placer, las terminaciones nerviosas que nos encienden cuando se estimulan ¡el clítoris solo tiene 8,000 de estos sensores de placer! Hay áreas específicas que se hacen especialmente sensible cuando se despiertan y, aunque cada persona es diferente, esas áreas son generalmente las mismos en toda mujer.
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El secreto esta en ¿Cuáles son las cosas que debería saber? Aquí hay 10 datos cargada de erotismo: Lo Esencial Cosas que debes saber sobre las zonas erógenas femeninas y que pueden ayudarte a transformar tu vida sexual.
1. ¿CUÁLES SON LAS ZONAS ERÓGENAS?
Las zonas erógena femeninas son las partes del cuerpo que responden más a la estimulación sexual. Tu cuerpo tiene tres tipos: zonas primarias son las que conducen al orgasmo cuando son estimuladas, las zonas secundarias conducen a la excitación de las zonas primarias, una vez que se estimulan y zonas potenciales son sensibles a los diversos grados y se encuentran en todo el cuerpo.
2. MUCHOS BESOS Y ABRAZOS
Tenemos un número diferente de zonas erógenas femeninas. Si has disfrutado de muchos besos y abrazos de tus padres cuando eras bebe habrás desarrollado mas áreas sensibles que si fuiste privada de este tipo de contacto físico. El contacto del bebé no es sexual, pero es el que nos da todo acerca de la crianza y el que nos da el cariño que nos permita prosperar.
3. ¿DÓNDE ESTÁN?
Como toda mujer debes ser capaces de identificar las partes de tu cuerpo que son más sensibles, por ejemplo los lóbulos de las orejas, los pezones, los hombros y el cuello, los genitales, el ombligo.
Hay algunas áreas menos obvias, pero que también pueden despertar tu excitación, acariciar o besar detrás de las rodillas y la parte interior de los codos puede tener un efecto sorprendente en muchas personas, lo más suavemente posible a mordisquear los pies, dedos de los pies y los dedos.
La mejor manera de averiguar cuales son tus zonas erógenas es invitar a tu pareja a explorar tu cuerpo durante los acercamientos sexuales.
4. EXPLORA A TU PAREJA
Los hombres y las mujeres son diferentes. cuando se trata de zonas erógenas, explora también el cuerpo de tu pareja para conocer sus zonas erógenas lo animará a que haga lo mismo contigo.
Los hombres son particularmente sensibles alrededor de la boca, las orejas y los genitales – especialmente alrededor del ano – mientras sus hombros, la espalda, las caderas y los pezones también los hacen excitar fácilmente al besar, acariciar, lamer o morder.
5. MÁXIMA ESTIMULACIÓN
Todo tu cuerpo es una zona erógena con cualquier toque o caricias en cualquier lugar puede tener un efecto incendiario cuando estas excitada. El juego y la diversión no tienen límite cuando de explorar las zonas erógenas femeninas se trata.
6. PON EN PRÁCTICA LO QUE SABES
Una vez que vas conociendo tu cuerpo no dejes de comunicar a tu pareja cuales son tus zonas erógenas femeninas, así sabrá por dónde empezar a explorarte y excitarte. Para sacar el máximo partido de tu vida sexual y para dar a tu amante el mayor placer, tómate tu tiempo para saber exactamente qué zonas erógenas tienen el efecto más excitante.
7. EL ESCENARIO PREVIO
Tocarse y acariciarse mutuamente durante el preludio no sólo es una fuente de placer intenso, pero en realidad es esencialmente importante para preparar tu cuerpo para el encuentro sexual, sin estimulación y caricias no obtendrás ninguna reacción fisiológica fundamental que prepara tu cuerpo para tener intensas y placenteras relaciones sexuales.
8. LA VARIEDAD ES LA SAL DE LA VIDA (Y DEL SEXO)
Al ser tu cuerpo una zona tan amplia y variada en zonas sensibles nunca dejes de buscar nuevas zonas erógenas, tanto tuyas como de tu pareja. No tengas miedo de pedirle a tu pareja que te explore, verás lo intenso y excitante que puede ser un viaje de exploración por todo tu cuerpo.
Claro esta que nunca debemos olvidar que la honestidad es esencial, por lo que si hay alguna zona en particular que no te de placer, háblalo con tu pareja, pero no tengas miedo a explorar cosas nuevas.
9. EL EXCESO DE SENSIBILIDAD
Algunas veces tu cuerpo puede ser demasiado sensibles al tacto, y las caricias podrían hacerte cosquillas, la risa y la diversión siempre deben ser parte de tu vida amorosa, pero la excitación puede desaparecer si terminas riendo cada vez que te acarician los muslos o te dan un mordisco en el cuello.
Sea sensible a lo sensible que puedas ser y busca otras partes del cuerpo que provoquen mas excitación que cosquillas.
10. LA HIPERSENSIBILIDAD FEMENINA
No siempre inmediatamente después del orgasmo estarás dispuesta a disfrutar la continua estimulación de tus zonas erógenas femeninas. A menudo somos hiper sensibles al tacto en ese momento, de hecho, podría ser casi doloroso.
Si enseñas a tu pareja a conocer bien tu cuerpo podrás disfrutar de grandes momentos de placer, la mujer no necesitan descansar entre un orgasmo y otro, así que una pareja bien entrenada por ti misma sobre tus zonas erógenas femeninas podría darte una excitación continua.
Aprender acerca de tus propias zonas erógenas femeninas y explorar el cuerpo de tu pareja para descubrir las zonas que le convierten en el amante perfecto es una maravillosa manera de condimentar su vida amorosa, y asegurarte de que nunca habrán momentos aburridos en la cama!
Hablo del mundo y sus delicias, con inteligencia, conocimiento y despreocupación, observo y cuento finamente del arte corporal y sus secretos, exploro el universo del placer, las relaciones y la pasión del ser humano…
Siempre inquieta, curiosa, vibrando en el mundo de la belleza y sensualidad femenina, para reflejar su esplendor.
Las experiencias nuevas y la emoción del momento me seducen…
Redactora exclusiva de la Revista Sentido de Mujer