Actitudes correctas son fundamentales para el exitoso crecimiento de una relación. Es la postura que adoptamos ante diferentes situaciones y que influirá notablemente para lograr armonía y convivir felizmente. Los hombres así como los aromas son diversos y singulares, su temperamento e inquietudes son tan variados como los autos en el mercado o las tiendas por visitar en nuestro día de shopping.
Aún con toda ésta diversidad varonil, existen algunas actitudes que la mayoría de ellos (sino es que todos) detestan, y no es por tus deseos de salir con las amigas precisamente, ni porque te aburres cuando juega su equipo favorito, o por aquellos pastelillos que te comiste de más ¡No! Es mucho más complejo que éso…
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A continuación te mostramos 7 de ésas actitudes:
1. Cuando le ordenas, mandas o diriges
Esto es de pésimo gusto y más si lo haces enfrente de sus amigos, no hay cosa que ellos detesten tanto que cuando una mujer quiere dirigir su vida (claro, a menos que sea una segunda madre lo que buscan…). Esta batalla no está para nada perdida, nuestra mejor opción es sugerir, opinar y claro encontrar el momento oportuno para hacerlo con éxito.
2. Cuando lo retas, amenazas o intimidas
Hacerle saber lo que pasará con su relación sino accede a tus peticiones o deseos. Esta es una forma de manipulación que aplastará tu relación y que sólo hará un rebote provocando una brecha entre ustedes.
3. Cuando minimizas sus logros
Pudiera ser que hasta los ignores, pasandolos de largo y haciendo poca o ninguna mención de ellos. Este tipo de indiferencia es tóxica en una relación.Tu novio se sentirá muy alagado si accedes a disfrutarlos tanto como él.
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4. Cuando das consejos, sin que te los pida
Esto para él, equivale a recibir instrucciones diciendole qué hacer y qué no hacer. Nuestros consejos pudieran ser muy acertados pero si no han sido requeridos estan ¡out! ¡Fuera de lugar sin más ni menos! El consejo más efectivo no es el que damos, sino el que nos han solicitado.
5. Cuando nos dejamos llevar sólo por la intuición
Aquí como que nos tomamos el papel de intérpretes, y no precisamente de una canción de amor. ¡No! Aunque tenemos tremenda intuición, el andar leyendoles la mente o dando por sentado hechos improbables acabará arruinando la relación, el suponer y actuar en base a nuestra intuición molestará bastante a tu novio y sólo lograrás quedar quedar muy mal.
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6. Cuando adoptamos una actitud interrogante
Demandamos respuestas a nuestras múltiples incognitas, ¿Dónde estuviste? ¿Con quien? ¿Por qué tardaste tanto? Etc. Etc. ¡Pobres hombres! Aunque nos morimos por saber todo éso, una actitud interrogante los aparta y ahuyenta de nosotras.
7. Cuando hablamos sarcásticamente
Seguro algo nos molestó de nuestra pareja y no vemos la hora de sacarlo a flote para que nos dé una explicación, así que hacemos uso de la ironía y sarcasmo, hiriendo y humillando. Ésta actitud funciona igual que un veneno en la relación, se introduce sutilmente para finalmente fulminarla.
Por supuesto que habrá por ahí algunas otras actitudes que dañan la relación, éstas sólo figuran entre las más comunes y si nuestro objetivo es lograr una conexión especial con ése chico, es mejor que empecemos a desistir de ellas. Siempre encontraremos rutas alternas que nos lleven a aclarar malos entendidos, expresar lo que sentimos, lo que nos molesta y lo que esperamos de una relación si nos esforzamos en buscarlas.
Así como nunca será una salida callar nuestros sentimientos, tampoco lo será expresarlos sin esperar el momento propicio y la manera más sana y amistosa para aclararlos. Para terminar, recordemos que aunque habrá ocasiones en que fallaremos, debemos reconocerlo y seguir intentándolo hasta adoptar nuevas y mejores actitudes de forma natural por el bienestar personal y de los demás.
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¡Qué tal eh! ¿Qué te parecieron?
Disfruto siendo mujer y amiga. Colaboro en grupos de apoyo donde la mujer encuentra un espacio para sanar su alma y espíritu. Creo que la adversidad en la vida no se presenta para derribarte, sino para despertar las habilidades y cualidades necesarias para un profuso florecer. Reflexiono y escribo con interés especial en las emociones que distinguen a la mujer así como en la disposición y determinación para amarse y sabiamente amar. Actualmente habilitándome como “Instructora de relajación y desarrollo personal.”